Javier estaba eufórico pero lo invadía cierta preocupación porque tenía que decirle a Mamucha lo que los llevaría al contrasentido, lo que para él era una hazaña para ella sería una partida con sabor a muerte. Cumplía los 30 años, una generación en un mundo donde todo parece haber sido hace 30 años, es cuestión de mirar por el espejo retrovisor y nos damos cuenta que todo lo que sucede en el funcionamiento del mundo, el cerebro toma cuenta cada 30 años. Se había graduado de médico pediatra y de tanto insistir le llegó una beca para instruirse en este campo tan importante de la medicina, mediante un curso de perfeccionamiento que lo llevaría a Oxford complementando con algunas universidades de Francia y finalmente de Estados Unidos. No tenía que pagar nada, aunque debía devolver con la residencia de por lo menos dos años en África, en algún momento de su vida. Javier sufría el oxímoron, estaba tristemente feliz, alborotadamente paralizado, eufóricamente disfórico, y penosamente alegre. Durante 3 años se alejaba de Mamucha con quien ya tenían proyectos de casamiento, conseguir casa, tener hijos, hasta que la muerte los separe?. A las 17hs pasaba por la casa de su amada, tomarían un té porque tenía que contarle la sorpresa, que ella insistió durante 3 horas le adelantara algo pero él se negó.
ll
Cuando Mamucha subió al automóvil, recibió el afecto de su hombre, quien le recordó a Juan Filloy: “tenés el aroma de una novia recién bañada” para ruborizarle su rostro. hermosa, ante cualquier rapto emocional, los colores de su cara cambiaban, y hablaba, se reía, lloraba con sus ojos, como prescindiendo de su boca. Javier, un muchachón de 1,80 había estado enamorado de su cuerpo hasta que el gimnasio lo cansó porque cada vez que lograba tener el desarrollo perfecto; que una cerveza, algún amigo, esa copa en la barra que nos transporta, le impedían seguir con la dieta. De todas maneras conservaba la línea a pesar de los atracones.
Mirá bebé!! me ha llegado la beca y no se, creo que debo aprovecharla, pero depende de vos, si querés o directamente la rechazo, en fin, siempre tomamos las decisiones en forma conjunta y ….¡y te tenés que ir! lo interrumpió fríamente su novia, aunque por dentro sintió el vacío de la angustia, esa que nos sube por el estómago hasta la garganta. Sus ojos empezaron a soslayar, el rostro formaba arco iris que emanaba cierta grisura; directamente, le cayó mal. Javier permanecía callado; aunque sentía la perplejidad del momento, de todas maneras estaba dispuesto a dejarlo todo si aquella noticia era motivo de tristeza de quien amaba como nadie en el mundo.
Volvió el mozo, ellos rechazaron cualquier repetición y el único que tomó la palabra fue el silencio. Entre los capítulos del amor cuando se apodera el silencia ya sabemos que mueren las palabras. ¿Cuánto tiempo vas a estar afuera?. Mira, en Londres creo que menos tiempo que en Madrid, y después está Francia, y finalmente Estados Unidos. ¿Cuanto tiempo!!! insistió ella quien ya no disimulaba la ofuscación. Javier contestó secamente 3 años!. mamucha exhaló la interjección ¡Je! y se marchó al baño. Javier pagó la cuenta, ya sabía que por ahora no habría palabras, ni risas cuando le costaba por apurón ante el encanto de mamucha, desabrocharle el sostén. Recordaba esos momentos que ella lo frenaba cuando estaba a punto de arrancar de un zarpazo ese maldito obstáculo que le demoraba la pasión.
Volvieron en silencio, no hablaban, la ciudad empezaba a encender las luces de la noche, la gente se dirigía corriendo para no perder el colectivo, el tren y el tránsito en general cuando la vitalidad ya cansada se saca otro día, otra rutina de encima. Javier rompió el hielo: nadie sabe dónde va, un hombre durante 50 años cruzaba una plaza y se metía en un edificio pequeño, como si fuera una secta o que se yo, un día la policía le pregunta: ¿a dónde va? y el ciudadano les responde ¡no se!. Ahhh, no sabe y hace medio siglo que cruza por el mismo lugar con la misma rutina….nos va a tener que acompañar y lo detienen. Mamucha observaba la ventanilla. Entonces prosiguió el médico, lo meten en el calabozo, y el hombre, dice, esperen!!!, le contestan, ahh parece que recuperó la memoria!!!. El hombre contesta….se dan cuenta que uno nunca sabe dónde va!!!!!. Ja ja….concluyó Javier. Mamucha ni se inmutó. Se bajó del auto, no saludó y se metió rápidamente a su habitación, entonces con todas las fuerzas del alma, se tiró en la cama y se echó a llorar, ante un diluvio de lágrimas que deben haber durado mil años o más.
lll
Pasó una semana y los telefónos ni se miraban, estaban incomunicados hasta que reaccionó el becado y fue a buscarla a su casa. lo recibió la madre con muy mal gesto le pidió explicaciones sobre el llanto interminables de su hija. Javier trató de explicar las ventajas de la beca pero no convenció a nadie. Por la noche miró el celular tenía un mensaje de mamucha quien escuetamente le comunicaba: mañana a la misma hora en el mismo lugar. Javier duplicó la cantidad de gotas de rivotril, de lo contrario no se dormiría nunca y al otro día tenía una cirugía delicada que le iba a practicar a un niño lo que siempre acrecentaba siempre la preocupación. Los médicos en cada operación dejaban parte de sus arterias y volvían agobiados hasta que recuperaban algo de vitalidad.
lV
Comenzaron a discutir hasta que el mozo les pidió que bajaran los decibeles, pero como no lo hicieron se tuvieron que ir a una plaza cercana, pero allí siguieron polemizando sobre la conveniencia de esa “maldita beca” que castraba los sueños más sublimes no solamente de la muchacha sino de él, y siguieron así hasta que anocheció, volvieron a un lugar para tomar algo y siguieron discutiendo hasta que otro mozo les pidió directamente que pagaran y se fueran, porque estaban molestando a los demas consumidores, se fueron subieron al auto y siguieron discutiendo todo el tiempo mientras el automóvil gastaba la costanera y en cierto momento se dieron cuenta que ya no tenían espacios en la ciudad para confrontar, entonces por cansancio Mamucha se sinceró: si te vas, no hay garantías, es otro mundo, me quedo en el mío, yo no se si puedo esperarte 3 años y creo que ni vos sabes, como la anécdota que contaste, a donde vas. No firmamos ningun contrato, creíamos que teníamos un proyecto….¡ehhh, no seas apocalíptica la interrumpió Javier, dejate de joder, el tiempo pasa estaremos en contacto todos los días nos veremos por ws. hoy las comunicaciones acortan aquellos tiempos de amantes distantes…para un poco!!!por favor. La muchacha dijo está bien, vos poné la beca los tres años, la distancia pero yo pongo mis condiciones; cuales?….exijo que jamas en estos tres años usemos celular, ni telefono, ni medio alguno de comunicacion, solamente nos escribiremos por carta y no tocaremos ningun tema que no sea el amor, nuestro amor. No habrá emergencias ni nada, yo te escribo, vos me contestas, nadie salvo el cartero verá esas cartas y asi, vamos a mantener vivo el amor, aunque parezca una boludez en estos tiempos/ eso te iba a decir, interrumpió Javier..me parece, un método obsoleto, perimido y además con qué finalidad?. Perdón….vos te vas de viaje, yo pongo mis condiciones, mañana o tomate la semana y me a contestas, y se bajó del auto. El portazo fue estruendoso y Javier solamente atinó a decir: ¡ esta mina está loca…re loca!.
V
¡Acepto envió por mensaje Javier cuando habían pasado dos semanas, además llegaba el momento de partir, entonces se vieron el último día pero distantes, él insinuó que un poco de piel no vendría mal antes de partir pero Mamucha fue tajante: No..ya me rompiste…si varios sostenes intercaló Javier…ella reanudó ..ya me rompiste el corazón. Comenzó a llorar y obviamente terminaron en la cama, en un hotel donde se hospedaron varios días, gastaron todas las energías, entraban y salían solamente a comer algo, hasta que surcó los cielos el avión que no volvería hasta tres años y ella, no fue a despedirlo, quedó dolorida por la partida y porque estaba partida en todos los ordenes!!!.
Vl
Durante el primer años se cumplió a rajatabla el pacto, y las cartas eran maravillosas, perfumadas de amor, de esperanza y de sueños. Ella le escribía y Él le contestaba con una frecuencia de dos cartas por mes pero eran largas y pletóricas de versos, poemas, todo era amor, no podían contar otra cosa, porque estaba prohibido, solamente hablaba el amor y descontaban los años, dias, horas que se iban desvaneciendo. Ella recibía las cartas y se encerraba en su habitación por la fuerza la madre tenía que sacarla a comer y preocupada, porque Mamucha estaba horas leyendo y releyendo esas cartas que acrecentaban el deseo, las ganas, los proyectos y el Médico, muchas veces pensó en suspender la beca y volver a la normalidad además se decia en Londres: ¡ que clima de mierda, quien puede aguantar esta llovizna, me quiero ir, quiero volver, no me calma nada. pero las cartas como aquellos convoyes en el mar seguían el curso de la vida de dos enamorados que hablaban de Romeo y Julieta, ella le contestaba como penélope a Ulises, espero que no te salga ninguna calypso!!!!!!….cuando menos acordaron, con las cartas, recordaron Rosaura a las diez y se propusieron guardarlas para la eternidad. En el último años, las cartas de mamucha empezaron a cambiar de todo, se acrecentaba la nostalgia pero no era nostalgia, cierta angustia que no terminaba de expresarse, y Javier, se preguntaba, que carajos pasa?…..ya no son las mismas cartas, ¿se habrá puesto de novia?…..ella le negaba todo y proseguía con las cartas. nadie detenía ese flujo y reflujo de amor aunque viniera con distinto color. A días de la vuelta llegó la última carta de mamucha, muy tierna, profunda, pero en vez de ser una carta con alegría ante la felicidad inminente por el retorno se parecía más a una despedida. javier contestó escuetamente hasta que tomó el avión.
Vll
Había cumplido los 33 años en el avión, la edad final de Cristo, Javier volvía con todos los títulos, graduaciones que le servirían eternamente había aprendido un montón sobre la cirugía pediátrica y estaba dispuesto primordialmente a atender los preparativos para la boda, el reencuentro con Mamucha y despues alquilar una casa hasta que tuvieran la propia; el taxi llegó a su casa, bajaron las balijas, abrazó a sus padres, hubo lágrimas totales de emoción. Rápidamente iba a llamar a Mamucha pero notó en el rostro de sus padres que algo ocultaban, no estaba todo bien, al menos compatible con su euforia después de tanto tiempo. Voy a lo de Mamucha dijo, y sus padres asintieron. Se subió al auto del padre y partió con cierto presentimiento que calmaba como diciendo es lógico que despues de tanto tiempo tenga este temblor además tengo la garantía de las cartas. Su madre llamó a lo de Mamucha y les comunicó: LLegó Javier y está yendo a su casa! y cortó.
Estaba la madre, lo recibió fríamente, javier sentía que el corazón se le salía por la boca, ella le pidió que se sentara, le traería un café; pero el lo rechazó, ¡ Mamucha…la quiero a ella…no sabía que llegaba que no me fue a esperar al aeropuerto?. la madre estaba tensa…hable¡ le exigió el médico…la madre comenzó a esbozar algunas palabras y se desbordó en un llanto que se parecía a los aullidos y no paraba de llorar. Javier estaba más blanco que las estatuas y esperaba respuestas. Pero como la mujer no se calmaba tomó la iniciativa: ¡ escuche calmese, tomese un vaso de agua los hombres estamos preparados para todo, que es lo que me están ocultando que Mamucha se puso de novia, vive con otro hombre!!!!…bueno ya está, largue todo el rollo….por favor. La mujer paró de llorar, se secó las lagrimas, tozudas, insistentes y otra vez Javier…es ella la que tendría que habermelo comunicado, debería estar aqui, ahora, además si noté desde hace un tiempo que las cartas…no se…es cobarde..que venga y me lo diga en la cara.
La madre tomó aliento: Javier, es muy grande mi dolor…y el mío la interrumpió..que le parece?. Otra vez la madre ..Javier, Mamucha estaba enferma y murió!!!!. Queeeee….cómo….que me esta diciendo por favor!!!esta vez se enloqueció…se paró, caminaba no quería escuchar…ella le gritó. Mamucha murió de cáncer Javier…Mamucha hace seis meses que se nos fue de las manos y nos prohibió que se lo comunicáramos. porque dijo que no se, un pacto con Usted….
Pero me está mintiendo si hace dos semanas recibí la última carta…expliqueme….. La madre tomó un poco de agua y se recompuso, ella me pidió que yo le contestara las cartas hasta que ud volviera para que no le diera pena y cortara la beca. Javier tomó impulso…No…No ¡ No la reputa madre que lo parió!!! y quien es ud para escribirme y mentirme y engañarme, y meterse en mi vida privada con su hija?…..Una madre hace cualquier cosa por una hija y más en el estado que ella estaba, comprenda joven!!!!. Comprender las pelotas le voy a enviar una carta documento por entrometerse en mi vida privada….Y….si yo estoy muerta Javier. Pero es que le estuve escribiendo a un fantasma!!!..se desplomó en el sillón y se sumió en una catarata de llanto, que parecía una sinfonía fúnebre con el llanto de la madre. Javier se recompuso y le pidió que le hablara de la enfermedad. la madre le contó todo. Javier se calmó, le pidió las cartas, ella le trajo todas y la última que Mamucha escribió para que se la entregara cuando Ud viniera a verme. Ahi tiene todo el paquete.
EPÍLOGO.
Le prendio fuego a todas las cartas amarillas, se quedó medio moribundo, deambulada como si estuviera perdido, le había perdido el sentido a la vida. Un día lo frenaron porque se levantó enloquecido despues de una noche de pesadillas queriendo quemar todos los certificados y titulos. Estuvo divagando durante un años, creía que él también estaba muerto. Hizo los trámites y le llego la autorización, fue a parar al lugar más pobre del mundo en África para devolver los beneficios de la beca. Se abrazó a sus padres, sabía que no volvería a verlos y se fue, como aquella anécdota que contó, sin saber a dónde lo llevaba la vida. La madre de Mamucha no supo que contestarle al cartero cuando un día le preguntó: doña ya no llegan más unas cartas, que estaban perfumadas, tenían un aroma que se mezclaba con toda la correspondencia, los servicios..no se. La madre le contestó..No, joven como las últimas ya no tenían ese perfume que ud dice..le pedi al remitente que no las enviara más. El cartero la miró, hizo un gesto y le agradeció. la madre se quedó con un puñal en el corazón escuchando el grito de ¡carterooooo!.
F I N
JC MALIS..DERECHOS RESERVADOS.

Realmente….maravilloso !!!