
LA ESCULTURA QUE SE VOLVIÓ PEREGRINA.
Lamentablemente la Argentina sigue siendo surrealista y ahora se nos presenta la figura de Néstor Kirchner, que desde que se la construyó, estuvo en varios lugares. Estuvo en el exterior hasta que en Ecuador la declararon no grata, la trajeron, la iban a destruir, pero fue rescatada. Posteriormente se la colocó en el Centro Cultural Kirchner y ahora, en plena decadencia del Kirchnerismo la esposa, ex presidenta y vicepresidenta se la llevó a otro lugar, en este momento no sabemos dónde la tiene y la colocará; típica reacción de Cristina Fernández quien creyó durante 20 años que todo lo que pasaba por el estado era suya.
El título dice lo que somos SECRETARÍA GENERAL DE LA UNIÓN DE NACIONES SUDAMERICANAS. O sea nada, seguimos siendo tipos con personalidad vicaria, necesitamos florearnos por el mundo para disimular nuestros actos fallidos.
Presagio de que la historia no quiere registrar y menos como una figura plausible que merece ser considerado como un héroe a nada de lo que venga de los Kirchner. Borges tenía razón cuando advertía, cuando me muera no me quiero enterar que pusieron mi nombre ni a una calle.
JC MALIS.
