EMILIO BILTES, PADRE Y DECANO DEL PERIODISMO SANJUANINO.

Milei ha sido otra vez injusto con el periodismo. Perdió la oportunidad de elogiar al periodismo y a los medios periodísticos que durante 20 años, los años que él criticó en su discurso del viernes, resistieron la presión del kirchnerismo, que este ejercía con plata o con látigo. Ese periodismo que fue públicamente injuriado, obscenamente perseguido, injustamente acusado de invenciones del poder. Hubo corrupción periodística –cómo no–, pero no todos los periodistas fueron corruptos. Las pruebas de la persecución que sufrió el periodismo independiente por parte del kirchnerismo están en cualquier hemeroteca o en el testimonio de periodistas ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA, en Washington. Frente al periodismo, Milei parece a veces un presidente que solo se mira en el espejo o que acaba de aterrizar en suelo argentino. O un político clásico dispuesto a vigilar y castigar a los periodistas hasta el final, y hasta después del final.