UCRONÍA: CÓMO SE HUBIERA SALVADO RICARDO FORT.

UCRONÍA: HISTORIA DE LO QUE PODRÍA HABER SIDO, HIPOTÉTICAMENTE, PERO QUE NO FUE.
Richi discutía enérgicamente con una esbelta señorita de la agencia de venta de automotores Roll Roice en Miami. Él quería que le recibieran el suyo nuevo por otro nuevo pero de color blanco. Y la vendedora le trataba de explicar que debía esperar un día, para que se lo trajeran del depósito. No tenía la felicidad, según cuentan que en la provincia de San Juan, en una finca sucedió algo desopilante, me lo contó un amigo hace 40 años. Se detuvieron unos ingleses y le pidieron permiso al dueño para observar una catramina, carcacha, cachivache que tenía tirado en un rincón. El dueño casi con vergüenza por el estado de la finca y del ex auto les asintió. Lo vieron, lo revisaron, consultaron y el mundo del finquero se volvió feliz para siempre: Mister, en nuestro museo de Londres, tenemos todos los modelos desde que comenzamos hace más de un siglo. Nos falta uno, que hemos buscado por el mundo y no lo pudimos encontrar; es este que tiene ahí. ¡El finquero se quedó azorado!. Ahora bien, le proponemos si es que lo vende, cambiárselo por un roll roice cero kilómetro o el dinero. El finquero tambaleó y les contestó: imaginense que no me veo andando en mejor auto del mundo por aquí, prefiero el dinero. Ajá, inmediatamente se llevaron el cachivache, y le dejaron un cheque por un millón de dólares!!!!!. Es una historia real contado por una excelente persona.
Saliendo de esta anécdota, al final Richi dijo que volvería el día siguiente. Estaba harto de tener de todo por eso no lo conformaba nada, ni el dinero que ponía diariamente para sus excentricidades, sus dudas con su sexualidad, montones de dinero para el programa de Marcelo Tinelli, total..no le costaba!!!Richi era un carenciado con plata, buscaba lo que no podía alcanzar en las drogas, morfina, autos, lujos, caprichos y con operaciones convertía su cuerpo en una mala suerte de robokop.
Un día asustado despertó en la clínica, había tenido un paro cardiorespiratorio, que le cambiaría la perspectiva. No dijo nada, solamente dejó a una persona que le manejara las cuentas y desapareció de todos los lugares donde frecuentaba. El vuelo salía faltando 15 minutos solamente le comentó a su madre y voló hacia un destino tan asombroso como desconocido. Ya sabemos que la India es otro mundo, con su historia, sus miserias, pero fundamentalmente por el aporte que le ha hecho a la Humanidad con sus grandes maestros como Buda, Krisnamurti, Nisargadata Marahaj, Osho y tantos otros.
Llegó y empezó a buscar una salida a su vida. No encontraba nada. Un indú le dijo que en determinado lugar camina al Himalaya había un anacoreta que son personas muy escasas, quienes deciden vivir absolutamente solos, alejados de toda urbanidad, digamos en un pozo donde nadie los ve. Viven y algunos tienen el raro valor de vivir en un habitáculo subterraneo, ahí si asistidos por otros con algo de comida durante meses o años. Uno de ellos al sacarlo después de mucho tiempo, lo encandiló el sol y se quedó ciego. Richi iba subiendo una loma de inmediato vio venir a alguien con una mochila que le miraba los ojos y no le sacaba la vista de encima. Sin decir palabra, lo enfrentó siempre mirandole los ojos, dejó la mochila en el suelo, por unos segundo se miraron, levantó la mochila y se fue.
Richi, pensaba: ¡ y qué, y qué me quiere decir, no se no entiendo un carajo todo esto que me pasa aquí. Comenzó a bajar, meditaba lo sucedido hasta que entendió el mensaje del forastero: DEBEMOS DEJAR LA MOCHILA DEL PASADO, LA CARGA,LOS LASTRES y luego cargar otra vez la mochila pero ya lo hacemos con otra vitalidad y perspectiva. Primera lección. Se fue a ver a los famosos monjes Lamas, que fueron visitados inclusive por los Beatles. Lo recibieron prácticamente sin hablar y le dijeron solamente que esperara. Pasaron varios días y nadie le decía nada ni siquiera le preguntaron cual era el problema.
Richi ya pensaba que debía volver a lo que extrañaba, su mundo, el mundo de las ostentaciones que es lo que conocía, además se le estaba acabando la plata aunque no tenía en qué gastarla, lo que consumía era miseria. Lo despertaron en la madrugada, sobresaltado preguntó que pasaba?. Le contestaron que cargara la mochila y se dispusiera a caminar con ellos.
Empezaron siempre sin hablar a caminar subiendo por los escarpados tramos que tiene la montaña en el Himalaya, hacía frío y no era para nada agradable a Richi seguir a diez lamas con quienes no había cruzado palabra alguna, este silencio lo amargaba profundamente, le dolían los pies, tenía sed, estaba realmente desolado, lo sacaron de la cama, bueno cama…de una colcha tirado en el pido, a las cuatro de la mañana, promediaba el mediodía y lo único en el horizonte eran montañas nevadas y subir, siempre subir, estaba exhausto, les preguntaba y no le contestaban.

A la hora del crepúsculo llegaron a una especie de valle entre las colinas donde había una pieza, parecía un corral con techo, con una puerta sin puerta, una ventana sin ventana en el medio de la nada. Se acercó uno de los monjes y le dijo: aquí te quedás, éste es tu lugar, nosotros volvemos, caminaremos toda la noche. Richi se volvió loco, aquiiii!..no hay nada y cuándo vuelven?. Le contestó el monje: vamos a volver cuando sea necesario y se marcharon. Richi creía que eran diablos que lo llevaron hacia la muerte. Sintió morir, lloró intensamente, se acordó de su madre, la llamaba, aullaba, lloraba, no quería entrar a ese sucucho; le pareció una broma de mal gusto del destino. Estaba desolado y decepcionado, nunca se juró volver a cometer ese error que hoy o a más tardar por el frío, el hambre, la seda, le costaría la vida. Creyó morir y se calmó con el pensamiento, todavía le quedaba la posibilidad de suicidarse. Agobiado por la caminata, entró a ese lugar inhóspito y se durmió poniendo la mochila como almohada.
Los primeros días fueron tenebrosos, esbozó en volver y le dio risa, jamás encontraría el camino y se la pasaba llorando, insultando a todo el mundo y en primer lugar estaba él. Con las manos vacías, lo dejaron en un laberinto. A todo esto su madre no pudo con su genio se lo contó a los hermanos, los hermanos a los amigos y todos quedaron desconcertados porque Richi había desaparecido del mundo. Tratar de hallarlo difícil y más cuando a la madre se le escapó que se había marchado a la India, y claro la India es un poco más grande que el estudio de Tinelli.
Se la pasaba orinando, cerca del lugar había un remanso con flores, agua que venía de los deshielos, algunos pájaros desteñidos, todo era color lúgubre, solamente extrañaba, no tenía consuelo y si bien varias veces lo pensó, no tenía el valor de terminar con su vida. Contaba los días, estaba flaquísimo porque no comía y encaprichado no quería buscar algo para comer. Y así pasó una semana, dos semanas hasta que se encontró en el filo del abismo entre la existencia y la muerte. Despertó una mañana, vomitó todas las flores que había masticado, pero lavó algunas raíces, que no tenían gusto a nada, insípidas como la nada misma. Se pasaba el día masticando raíces, vió un pajaro muerto y de pensar que se lo comería comenzó a vomitar otra vez. Richi en el profundo amargor de la existencia no se daba cuenta que ya era un sobreviviente, que masticaba raíces, comía algunas frutillas tratando de no confundirse con un revienta caballos, su barba era espesa, había dejado de mirarse al espejo, las estrellas, eso si, lo emocionaban estaban tan cerca que creyó poder bajarlas con las manos.
Desde que los monjes lo dejaron ya había pasado 30 días, comía, algo pero comía, y como la naturaleza aborrece el vacío comenzaron a aflorar los recuerdos de todo lo vivido y lo morido, de todo aquello que vivió excéntricamente y que hoy se lamentaba de ser un pordiosero. pero también divagaba y se preguntaba, cuando era más mendigo si cuando tenía de todo o ahora que le estaba peleando a la supervivencia. Comía, pensaba, evaluaba, reflexionaba y con el paso del tiempo comenzó a saborear un nuevo alimento espiritual, el crepúsculo cuando bajan los dioses. En la mañana, desayunaba algo, y salía a caminar, entonces sin perder el rumbo, no se alejaba pero veía mejor, escuchaba cualquier ruido imperceptible y saboreaba con hambre lo poco que encontraba en el camino. Se le desarrolló entre todos los sentidos el olfato; estaba dejando de ser lo que no era para convertirse en lo que realmente era y debía ser.
Habían pasado tres meses, recuperó peso, su comida sustentada por él mismo era bastante sana y frugal, hablaba consigo, con la naturaleza, mejoró su mente, la memoria se tornó en infinita parecía recordarlo todo, en consecuencia le aparecían proyectos nuevos innovadores que nada tenía que ver con el mundo que él había vivido. Ya notaba después de 90 días que una nueva sensación lo habitaba: la compasión, porque sentía la paz, la paz del alma, NO TENÍA NADA, NO NECESITABA NADA ENTONCES ERA IMBATIBLE y pensar que venía desde un mundo donde creyó ser invulnerable, hasta que cayó en esta escuela de la solitariedad. Habían pasado cinco meses y Richi era otro o mejor dicho ahora dentro de su mismidad, esta seguro de que era él mismo sin aspavientos, sin máscaras sin los maquillajes que crean los sistemas perversos que lamentablemente vienen del mundo.
Hablaba con Dios, creía ver las señales pero qué mejor señal que los sonidos del silencio, la caricia de las brisas, el agua incontaminada, la comprensión de cómo las cosas se le ofrecen para que disfrute de la vida en paz. Esa paz, le daba la vitalidad para entender, porque ahora entendía el sentido de la vida, pero claro se había enamorado de aquellos lugares paradisíacos donde se escuchaba una sola voz: la voz de la naturaleza y por dentro la voz de Dios. Ahora su intuición estaba preparada para volver, sabía como era el camino del retorno, pero no lo haría por nada del mundo, ese era su lugar en el mundo y descubrió que lo más valioso viene de esas cositas pequeñas sin máculas y que hay que luchar para alcanzar la felicidad que es serena, sencilla, humilde. Cada día era único, estaba en sintonía con la vida, bien calibrado y equilibrado.
De repente habían pasado varios meses y otra madrugada fue despertado por los monjes. Se sorprendió serenamente. Le dijeron ahora hay que volver, ya es hora, ya es tu hora. Richi se negó, ¿ por qué? si aquí encontré la paz, no la voy a cambiar por nada en el mundo !!!!. Un monje se adelantó y habló: HAS ENCONTRADO LA PAZ SI NO HAY EGOÍSMO EN TU ALMA, DEBES VOLVER A COMPARTIRLA CON TUS HERMANOS, PORQUE HAY QUE CONSTRUIR EL UNIVERSO. VUELVE Y DISTRIBUYE TODO LO QUE APRENDISTE EN ESTE TIEMPO!!!!. Volvieron.
En Ezeiza lo esperaban sus amigos y amigas, parientes; llegó sereno y abrazó a todos. Y para sorpresa de su entorno, se volvió a marchar para alejarse de aquel mundo, no quiso contaminarse, pero se entregaría a voluntariados por los necesitados que eso lo hacía feliz.
Recibió una carta de uno de los monjes que le decía: estás feliz, tienes paz….ya ves, has encontrado la fuerza portentosa del universo: La Bondad!!!!. Y LA VERDAD QUE NUNCA ES TRISTE..Y NO TIENE REMEDIO.
jcm.