
En la foto se encuentran Andrés Ayala y parte del equipo junto a inversores coreanos que estuvieron consolidando uno de los tantos emprendimientos con los cuales se viste la cordillera, fuente y objetivo primordial para el desarrollo de nuestra provincia en las próximas décadas.
La imagen contrasta con la crispación política que se vio esta semana difícil para la Argentina con la alteración de los mercados; ante inversores que apuestan por las riquezas de nuestra provincia y que valoran haciendo inversiones. Un dato que no es menor porque ellos a través del RIGI Régimen de incentivos para grandes inversores, han puesto la intención de objetivar aquí, la extracción y proceso de minerales de altísima calidad y de viabilidad demostrada. Traen capitales, y fundamentalmente trabajo para todos nosotros,
Corea del sur, uno de los tigres asiáticos ha tenido en los últimos 30 años crecimientos geométricos que dejaron impávidos al mundo y que ahora, en la era de la globalización y la transformación de las fuentes de energía, ante la decadencia de los hidrocarburos, ahora invierten en todo lo que la cordillera desde su falda, como si fueran manos abiertas ofrece a la comunidad internacional, el desarrollo de un mundo mejor.
Los inversores vinieron desde Estados Unidos, Chile y directamente de Corea para consolidar aquí en Iglesia, a través de la inversión el usufructo del cobre, oro, tierras raras, Litio y el reservorio de lo que las montañas todavía no muestran. Convalidando las expresiones del gobernador Marcelo Orrego visualizando el futuro cercano ante las nuevas generaciones para que se queden en la Argentina y obturen la salida por Ezeiza. Entendiendo que no hay que gastar en irse del país sino quedandose para invertir en capital, conocimiento y puestos de trabajo.
Andrés Ayala (de saco beige) en el centro) trae de familia la genética germinal de la semilla sanjuanina como lo hicieron sus ancestros y que también es un mercado expectante para la demanda mundial. Así las cosas, como buenos anfitriones expusieron su visión desde las alturas, como debe ser y como lo soño Domingo Faustino Sarmiento, el máximo visionario que tuvo nuestra Argentina.
JCM