fuente; EL PAIS DIARIO, ERNESTO SIMON.

El Club de los Amigos: Alejandra Venerando y Jorge Barifusa ahora trabajan en la Justicia de San Juan
Alejandra Venerando fue ministra de Salud durante el Gobierno peronista de Sergio Uñac y Jorge Barifusa fue intendente y diputado de Jáchal, también del PJ. Ahora tienen sendos cargos en el Poder Judicial vernáculo, que se ha convertido en el Club de los Amigos y los Parientes.
Dos casos de exfuncionarios del peronismo local que no volverán a trabajar como cualquier ciudadano común.
Como en aquella áspera e intensa novela de Antonio Dal Masetto: Siempre es difícil volver a casa, da la impresión de que muchos exfuncionarios del PJ no desean volver a su antigua vida o a trabajar en la actividad privada.
Conciben lo privado como un castigo. Es por ello que, cubriéndose con una capa de amianto, para que la cara no deje entrever la fiaca, buscan en los reductos peronistas un refugio adonde pasar estos años, tras la brutal derrota que recibieron en las urnas.
La Justicia local logró un traslado para que Alejandra Venerando no tenga que volver a trabajar en la Salud Pública de San Juan. La exministra de Uñac integrará el equipo de asesores de Fiscalía, y trabaja para el nuevo sistema judicial.
Por su parte, Jorge Barifusa consiguió un contrato en la Dirección de Servicios Generales de la Segunda Circunscripción Judicial, situada en Jáchal.
El Poder Judicial se ha mimetizado con la sigla PJ. Convertido en el Club de los Amigos y los Parientes, parece que el PJ (Partido Justicialista) y el PJ (Poder Judicial) son una misma amalgama que se pegotea en el turbio proceder de un Estado que da para todo.
Las siglas no mienten, o, por lo menos, despiertan una sospechosa coincidencia que causa alarma en el ciudadano con cierto grado de compromiso cívico.
Quizá estamos ante un episodio de sincretismo formidable, donde el PJ pasará a comportarse como PJ. El que pueda entender, que entienda.
Ojalá que el Poder Judicial vernáculo no se convierta en un aguantadero del peronismo derrotado. De estar sucediendo eso, que Dios y la ciudadanía se lo demanden.