
REPETIR ERRORES VIEJOS, COMO SI FUERAN NUEVOS.
Hace casi 2 años una gran mayoría de los argentinos decidimos dejar atrás una serie de vicios políticos, que violando la Constitución de forma reiterada, nos condujeron a un profundo deterioro de la calidad de la Democracia y la República. Quienes votamos a Juntos por el Cambio o La Libertad Avanza en 2023, en el ballotage votamos todos por Milei, lo hicimos para dejar atrás las viejas prácticas de la política, en manos de la famosa casta. Ya que estas prácticas nos hicieron cada vez más pobres, nos trajeron una inseguridad creciente y un abandono de la Educación y la Salud. De tanto hacer mal las cosas no solo tenemos inflación sino que además somos un país caro, porque somos muy ineficientes.
El Poder de Dios viene al Pueblo y del Pueblo a sus mandatarios. Este es el fundamento de la Democracia, por esto no deben olvidar jamás quienes son funcionarios que están al servicio del Pueblo, y a través del Pueblo al servicio de Dios. Los Ciudadanos inventamos al Estado, una entelequia a quien damos el 51% del poder para que ningún ciudadano o poder este por encima. El Gobierno es el conjunto de funcionarios designados para administrar el Estado. En la República el poder delegado al Gobierno está dividido en tres: Ejecutivo, Legislativo y Judicial; con funciones específicamente establecidas en la Constitución, que delimitan también sus incumbencias para que no invadan al Estado.
Sarmiento decía que todos nuestros problemas son hijos del problema de la Educación. Y en la misma línea de pensamiento podemos decir que todos los problemas de los argentinos son hijos de la Violación de la Constitución. Los delitos son variados, entre otros: robo al Estado, cobrar un sueldo y no cumplir con las funciones por la que se le paga. Usar los dineros públicos para financiar campañas electorales, y la lista sería casi interminable, como es interminable la imaginación humana. Pero hay una violación que a mi entender es la punta del hilo de esta enredada madeja de problemas que tiene atrapados a los argentinos. Es la ley de Coparticipación Nacional, un mandato votado por unanimidad de los congresales de 1994, que tiene el mismo peso que todos y cada uno de los artículos de la Constitución de 1994. Este establece que el Congreso de la Nación habrá aprobado antes de Octubre de 1995, una ley de Coparticipación que garantice los derechos de todos los argentinos vivan en La Quiaca o en la Antártida. En resumen una ley de coparticipación es una ley científica, que establece los impuestos que debemos pagar los Ciudadanos, destinados a resolver los problemas de los argentinos según los censos, y que serán ejecutados por los gobiernos: nacional, provincial o municipal, según potencialidades y cercanía. Para cada necesidad están determinados los recursos, y quien los ejecuta debe responder y rendir cuenta de los mismos. De este modo los dineros de los argentinos deberían estar resolviendo los problemas de los argentinos, y si alguno no se resolviera quedaría en evidencia rápida y claramente si el responsable es La Nación, La Provincia o El Municipio. Como verán hace 30 años los argentinos venimos cuesta abajo, multiplicando los problemas y no aparece un responsable, alguien a quien caerle con todo el peso de la Constitución. Estos crímenes, en su mayoría Impunes, son los responsables de la pobreza creciente, de millones de niños y jóvenes que pierden la oportunidad de estudiar y progresar, de quienes mueren por estar fuera del sistema de salud, o pagan con su vida en hechos de inseguridad.
Para enfrentar con éxito estos problemas desde la Política, es necesario la construcción de mayorías, consensuadas en el respeto irrestricto a la Constitución. Maquiavelo es mala palabra hace más de 500 años, pues sostenía que el fin justificaba cualquier medio. Nuestra Constitución establece los medios por los que se deben conseguir los resultados. Esto en un ejemplo maquiavélico dolorosamente extendido, es ganar una elección comprando los medios de difusión, repartiendo bolsas de mercadería, planes, prometiendo casas sin pasar por un sorteo, comprando votos en cadena, listas sabana, poniendo delincuentes en las listas, reelecciones indefinidas, doblegando con la Caja la nación a las provincias, y la provincia a los municipios, y sigue…..
El dinero de nuestros impuestos se gasta para ganar las elecciones (La Raíz de Todos los Males. Alconada Mont). Así tenemos “buenos políticos” para ganar las elecciones pero las soluciones nunca llegan. Los vicios de la política que esta mayoría queremos dejar atrás son producto de una enfermedad que es la violación de la Constitución, y los síntomas son muchos y variados. Uno de esos síntomas y no el único, es la inflación. A nadie se le puede ocurrir que podamos revertir los problemas de los argentinos actuando sobre los síntomas y no sobre las causas. Es como esperar resolver una Neumonía con solo bajar la fiebre.
Desde Menem, incluido, hasta aquí, con distintos matices hemos tenido gobiernos con vocación de poder, pero con escasa o nula vocación de respeto a la Constitución, que es el requisito esencial en la Democracia. Todos llegaron al poder y su tarea central fue aplastar al resto, en lugar de construir los consensos necesarios que hagan posibles los cambios que reclamamos. Tienen en común todos los que pasaron en estos 30 años NO CUMPLIR con un Mandato constitucional, sino que en mas o en menos invadieron el Estado y con el poder y los recursos del Estado se volvieron en contra de los Ciudadanos que inventamos al Estado y los elegimos para administrarlo. Ofendiendo con esto al Pueblo y a Dios, ejerciendo ilegítimamente el poder. El Poder se legitima cumpliendo y haciendo cumplir fielmente esta Constitución. Han falseado su juramento los funcionarios de los últimos 30 años.
Como vemos en estos casi 2 años hemos visto la reiteración de los viejos vicios de la política: no se elige a los mas probos y honestos (caso del juez Lijo), cuando tenemos que votar boleta única, reelección indefinida o ficha limpia no se consigue, sea por Juan, Pedro o Pablo. También es un vicio de la política el maltrato, los insultos y las amenazas de quien ejerce el poder, pues se olvida que los Ciudadanos somos los Mandantes y el gobierno los Mandatarios.
Quienes lo votamos en el ballotage al presidente Milei, le exigimos que accione debidamente contra la Casta, honrando su juramento de cumplir y hacer cumplir la Constitución. Y construya democráticamente los consensos que exige la hora. Si así no lo hiciere estará cometiendo viejos errores como si fuesen nuevos.
