
SEA BREVE, CLARO Y CONCISO. CONSIGNA ESCRITA EN PRENSA DE RADIO COLÓN, DONDE FUI DURANTE UNA DÉCADA GERENTE DE NOTICIAS.
Un manto de hipocresía levantó el telón de la fiesta. Detrás, los tramoyistas de siempre prepararon todo para que no se viera nada, salvo lo que a ellos les interesaba. La eterna Mirtha Legrand, que nos recuerda que nadie quiere vivir 100 años solamente los que cumplen 99, ella está cerca. Patrimonio cultural habrá visto todo durante un siglo y puede contarlo. El reconocimiento de siempre. la acompañaron entre tantos la infaltable e inefable Susana Giménez, que ha hecho de LA DESFACHATEZ , la distracción y los dinosaurios viven su mayor virtud. Caras nuevas y figuritas viejas que siempre se repiten. Premios para compensar al canal del estado, a canal 9, al amigo íntimo de Manzano, Vila, dueño de América.
Pero se notó que Suar sigue haciendo la plancha, salvo un par de premios consuelos para canal 13, superado por el quietismo, las plataformas, Barassi que revaloriza a nuestra provincia y nada más. Que el premio PARA EL MEJOR PROGRAMA PERIODÍSTICO sea para LAM con el Ángel de la mañana y Gianina La Torre, nos parece la gran tomada de pelo, salvo que reconozcamos que ese premio desenmascara, la pobreza mental y cultural de los Argentinos. Cómo puede ser y que nos represente un programa así que sintetiza, todas las tardes, el chusmerío, el puterío, el conventillo, la variación de géneros, de la televisión Argentina?. Claro, pero le hicieron un homenaje a Jorge Lannata, era para blanquear esa hipocresía, Lannata ganó todo, pero denunció: LA TELEVISIÓN ARGENTINA SE ESTÁ MURIENDO, Y ANOCHE SE NOTÓ.
Y después…qué…poco y nada por América, por canal 9, por Televisión Pública, por canal 13, entonces TELEFE, sostenido, ya lo sabemos por capitales norteamericanos, se llevó el 90% de los premios y también el Martín Fierro de Oro, entregado a Santiago del Moro, por su programa GRAN HERMANO.
Finalmente, porque si no lo vio, no se perdió nada. GRAN HERMANO NO ES EL GRAN HERMANO DE GEORGE ORWELL, 1984, QUIEN adelantaba la tecnologización del hombre, ratificada con el tiempo por la era tecnotrónica, la via digital y LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL que nos lleva a la robotización de las personas y de sus sentimientos. Este Gran Hermano, es la materialización del proceso denigratorio hacia la persona humana, tomando como conejillo de indias todos los años a personas, generalmente jóvenes, por plata, para que se muestren públicamente dejándose manipular, y ser usados cruelmente, y ellos lo permiten y la gente ve lo que le gusta aunque haga mal.
Y Del Moro se gana todos los premios, destruyendo axiológicamente por vía el fin es el medio a la juventud, en cuyo programa, comen, cagan, boludean, duermen, tienen sexo, no hacen nada, es el canto y elogio a la pereza, a la idiotización, desperdiciando el valor de la vida que es un soplo. Que haya ganado el Martín Fierro de oro un programa así, lo sentimos pero representa el mayor retroceso cultural de la sociedad argentina. Por lo menos, si juntan gente, hagan debates, polemicen, descarnen la retórica, la dialéctica, hablen de los problemas humanos, de la Argentina, del amor del dolor, de literatura, de las emociones o sea…dejen algo.
De todas maneras, ante la gran tramoya nacional, donde prima cualquier cosa menos dignidad que es el valor de la persona humana, Ventura, Del Moro, TELEFE, y todos los secuaces, no saben que tarde o temprano llega lo que no supimos sembrar; porque la vida se pasa la vida corrigiendo a la vida. Entonces aparece el Rey Midas, que le pidió a los dioses que lo que tocara se convirtiera en oro y se lo concedieron. Entonces..atención Santiago del Moro..este rey un día fue a la heladera y todo lo que había se convirtió en oro y el rey murió de hambre.
Es que la naturaleza argentina es así, siempre veremos un niño con hambre y sin casa, y contracara veremos esta caterva de mediocres, infiltrados, que caretean, se auto halagan y tienen casa, pero no tienen caso. Obviamente faltó que le dieran un premio al mejor retórico que hoy tiene la Argentina por sus frases contundentes: GUSTAVO CORDERA.
JCM