
Una parte de la condición humana no quiere, no debe o no puede ser normal. La norma en este caso es venir a este mundo a sufrir, disfrutar, ser ciudadanos, vivir en comunidad, tratar de alcanzar la libertad, vivir como se pueda la verdad y al menos creer que somos demasiado insignificantes como para cuestionar la creación, a Dios y el al destino de la humanidad porque si algo somos, de eso no dudamos es que la ignorancia nos carcome el alma, de ahí como sentencó Sócrates: SOLO SE QUE NO SE NADA.
Dicho lo anterior, trataremos de tener proyectos, de alcanzar la meta máxima para ser lo que debemos ser o moriremos irremediablemente pendientes. El hombre busca un sentido para tratar de reabsorber la circunstancia que nos trae la marea de esta vida como sufrir, llorar, callar, cantar, edificar, construir, destruir, vivir que no es otra cosa que aceptar del desafío dee no renunciar a nada, dejar una huella para los que devienen como nos dejaron quienes nos preceden.
Gran Hermano es un libro, una obra de George Orwel escrito en 1949 y se titula 1984 que sintéticamente quiere mostrar la crítica a los sistemas autocráticos que llevan a la destrucción de la humanidad. Ahí donde están los dogmáticos..Musolini, Hitler, Stalin, Lenin, Maduro, Ortega de Nicaragua, solamente para nombrar algunos de los carniceros que van pasando y dejan el lastre de que estamos lejos de ser la metáfora ideal de hombre: relámpago que trae claridad como seres de luz en este mundo. En realidad con tantos déspotas, imbéciles, genocidas ni siquiera alcanzamos el rango de monos avanzados.
la decadencia se manifiesta cuando desaparecen los dioses, cuando se deshumaniza el arte, se achica y se atrofia el lenguaje y la comunicación sustituida por la era de los contactos digitales dentro de la subcultura de la imagen con su Inteligencia Artificial que no es otra cosa que robotizar al hombre, matando al poeta que lleva inmanente. El ser, fuerza imperante que permanece regulada por si misma, sigue en su eterna noche, las tinieblas avanzan, el planeta se enferma, la mediocridad se adueña de todos con la ignorancia, el monstruo de la violencia va pisando las flores y se alimenta de primaveras marchitas y de inviernos calientes por falta de hielo. Ya está, el abismo está cerca, la mesa está servida, estamos destruyendo el planeta.
Y claro, se refleja en la televisión que alguna vez fue un invento sublime y que hoy es un estercolero pisoteada por los chanchos. La sociedad argentina consume por Telefe, el canal de mayor audiencia, porque está sostenida por recursos foráneos y por cipayos locales. Arturo Illia..No le tengo miedo a los de afuera que nos quieren comprar, sino a los de adentro que nos quieren vender.”
Con gran hipocresía escuchamos a este señor DEL MORO QUE NOS DICE…YO NO CONSUMO LO QUE VENDO.CARAMBA!!! Se saca el peso de la historia que no lo absolverá, diciendonos que él no come la mierda que nos vende, como Tinelli y todos los que percudieron a la televisión argentina.
Le terminan dando la razón desde la ignorancia a George Orwell, que en definitiva nos presagiaba que llegaría la distopía donde el hombre ya no sueña, no puede tener ilusiones ni esperanza, ni proyecto, ni latir ni sentir porque es una máquina consumista que se alimenta con basura. Entonces vuelven los carniceros, los depredadores que por plata y ego nos van a mostrar todo el tiempo la muerte de la sagrada intimidad, conejillos de indias haciendo de las suyas en una casa para exhibir la capacidad de producir podredumbre humana cuando al hombre se lo deshumaniza y se lo encierra no para balsamicamente ser mejor y aportar un debate coloquial sino para somatizar lo peor de nosotros ante el aburrimiento para darle la razón a Hölderlin: cuando decía…el mundo no se acabará por las guerras sino bostezando. En todos los órdenes, no creamos, a la atención y a la memoria se las llevó la policía, los chicos creen que viendo este programa son libres de estar libres y no saben que la libertad no es absoluta porque para alcanzarla hay que saber usar los límites.
ostentación, caricaturas, mimos, sexo implícito y explicito, ignorancia beligerante que es el sinónimo de la maldad, todo es es lo que nos trae la marea de quienes estan detrás del escenario, son los tramoyistas y el que nos apunta con un ojo, este tal del Moro que dice que él no consume lo que vende.
EN LA NOCHE DEL SER, ESTE PROGRAMA NOS INQUIETA Y RETROCEDE POR SOBRE LA JUVENTUD QUE VA DEJANDO LA PIEL EN TATUAJES Y DURMIENDO TRILLONES DE NEURONAS PARA QUE LLEGUE EL DÍA EN QUE VOLVAMOS A VIVIR EN LOS ÁRBOLES Y SE HAGA REALIDAD EL PLANETA DE LOS SIMIOS.
UN MAGNATE CHINO PAGA 6 MILLONES DE DOLARES PARA COMERSE LA OBRA DE UN ARTE SIN SENTIDO EN EL REINO DE LA ABSURDIDAD…PREMONICIÓN DE LO QUE COMEREMOS CON ESTE PROGRAMA DE TELEFE. LA MESA ESTÁ SERVIDA.
JUAN CARLOS MALIS.
