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LA MANO NO ABRE LA PUERTA JL BORGES
He golpeado tu puerta tantas veces,
soles, lluvias y vientos áridos no me disuadían.
Cuántas veces, pero cuántas he devuelto esperanzas cansadas.
estiré mi mano hacia picaportes que se reían de mí.
No había nadie que me dijera..ehh…acaso no siente que no le abren?, que no le contestan, que del otro lado ante su rugido,
laten solamente corazones sordos, que no escuchan!!!
He tratado de mediar entre el corazón y la razón, en la eterna disputa por el amor y la razón. Pero la realidad me devolvio silencios. Me he devuelto sobre mis pasos, han sangrado mis nudillos de tanto golpear esperando el milagro de que abrieras.
La puerta, la puerta de tu corazón. Puse el oído para escuchar
los latidos de la indolencia, fui perseverante, fui valiente..y tonto.
Ayer el corazón se me desbocaba, llegó un hombre, Milagro!!!
abrió la puerta: ¿que busca, mire, venga, vea..no hay nada…es un sitio baldío, aqui vive la nada, nadie….Abrumado reposé mi alma sobre un viejo árbol: cuántas veces en la vida, pero cuantas! cuantas!…golpeamos puertas que nunca se abren y cuando se abren es peor, porque nos atendió…un corazón vacío, embalsamado, muerto que creíamos vivo. Hay un tiempo, caigamos en la cuenta en que hay que dejar de mendigar nada a la nada. Esas puertas que llamamos al encanto…pero que del otro lado solamente hay telas de arañas del desencanto!.