
NO COSAS. BYUNG CHUN HANG.
Byung Chun Han es uno de los filósofos más leídos y su obra estrella es NO COSAS. Hemos leído la obra y qué encontramos?. El filósofo coreano que vive en Alemania ha tenido la inteligencia y el valor de enfrentar LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL. Ahora para doña Rosa que viene de la verdulería, se encoge de hombros y manifiesta ¿Y QUE CARAJO ES LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL?. Explicamos: la era tecnotrónica, la vida digital contra los que promediamos los 70 que somos analógicos. el celular y su comunicación, la modernidad, la fotografía digital, el avance de los sistemas que se vuelven abstractos, lo que dice en una novela Yoko Avawada: LA POLICÍA DE LA MEMORIA, es una isla donde están prohibido los recuerdos, a quien le encuentran una foto o un anticuario, lo fusilan.
Doña Rosa NO COSAS nos ha llevado a una escultura japonesa que lo dice todo: dos niños en un subibaja: la niña lee un libro y está abajo, arriba del otro lado el niño con un celular, o sea el libro pesa más que un celular en la vida de las personas. Hemos perdido las cosas conceptualmente, porque comemos una hamburguesa que es propaganda, porque las selfies son fotos efímeras, de paso al poco tiempo desaparecen. desplazamos las yemas de los dedos en un celular, que nos lleva cómodamente a ver homo videns, la cultura de la imagen, pero nos prohibe pensar: Orwell 1984 el gran hermano..todos estamos vigilados. Nos alimentamos rápido y mal, perdimos los aromas del hambre de la comida de olla.
Los sistemas perversos, mató al médico de pueblo, al cura de barrio, a la maestra madre y a la madre maestra. No tocamos, desgarramos, no besamos, mordemos. No sabemos escribir, el vocabulario languidece, no imaginamos, no admiramos, no nos miramos a los ojos. Hemos perdido la atención luz de la mente y la memoria y el pensamiento; sin esas cosas que nos esperaban pordioseras: el tenedor, el mate, la pava, ell sabor de la tertulia de sobremesa. Perdimos la Navidad, a las 12 de la noche el niño Dios está lejos del aturdimiento bolichero. Manejamos un auto pero no lo sentimos, el diario de hoy mañana es viejo. Sin memoria, no hay recuerdos y como dice García Marquez la vida es lo que recordamos y cómo lo recordamos para despues contarlo.
La cama, la cunita donde nacimos, hasta las joyas de la abuela, encuentros sexuales donde sí no nos une el amor sino el espanto. No hay cartas de amor que venían perfumadas con aromas poéticos de Benedeti. Todo es rápido entonces fugaz, no hay monedas, hay tarjetas y cuentas hackeadas y vaciadas. Somos sombies, ya no somos personas, en cambio números, cifras, negocios, algoritmos, espanto. Nos vigilan, nos manejan, maniquies, marionetas, hacemos y somos lo que otros quieren que seamos. Entregamos el destino para que nos lo vivan otros. Satélites que confunden las estrellas del cielo, lloramos por cualquier cosa. El aburrimiento o beso de la muerte ensombreció nuestra alma. Perdimos los recuerdos, la memoria, los códigos, el sabor de la vida natural y la fuente de la existencia.
Enfermamos al planeta, vivimos más tiempo, pero tenemos menos vida. Teléfonos exuberantes que nos conectan, pero no nos comunican.
Doña Rosa vuelve de la verdulería con la bolsa llena de espanto. Ha escuchado todo. Le pedimos una opinión y nos contesta:
MIRE UD Y EL CHIN CHU LIN ESE DEL QUE HABLA…TENGO CANSANCIO MORAL.
