MI PAPÁ Y LA VIEJA.

Mi viejo es mi vieja. Cuando yo era pendejo, mi vieja era mi viejo. El tipo vivía laburando, se iba en la madrugada y volvía cuando yo estaba durmiendo. Nunca lo veía y cuando lo intentaba estaba cansado, durante mi adolescencia estaba fatigado, en mi juventud estaba exahusto y cuando me gradué de adulto, el viejo ya estaba agotado. Mi madre hacía de padre, era todo, Pero el viejo traía los porotos y nunca nos hizo faltar nada. Ahora, con su cabeza otoñal cuando ya se le van cayendo los últimos anhelos. Resulta que la vieja tiene una tienda, y el viejo anda como un perrito faldero detrás de mí. Me calienta la comida, me lava la ropa, me perfuma el auto y cuando lo llevo al negocio es el que barre, limpia, ceba mates, hace los mandados y atiende a los clientes insoportables. Cuando estoy muy cansado, él maneja la camioneta. Le carga nafta y me trae a la casa. Abre el portón y me despierta de mi largo sueño sobre la butaca muerta. La vieja atiende y a veces hasta las 12 de la noche. El viejo me sirve la cena. Hace unos días, un cuñado pesado, le dio plata y lo mandó a traer fiambre. Y mi padre como un ciervo fue a comprar. ¡Se me revolvió el estómago! Sos boludo?, sorprendido me miraba..mi viejo no es una sirvienta!!!. Pero si….pero si.. las pelotas le dije, no te confundás!!. La voz de mi hermana estalló: ¡vamonos ya!. Mi papá volvió con fiambre y botellas y dijo, ya preparo todo. Se fueron..le dije. Por qué preguntó!!. Los eché a la mierda!!. Asombrado me miraba. ¡Sentate papá!. Mirá, vos no sos eunuco, sirviente de nadie me entendes?. ¡a vos te tienen que respetar mierda!. Entró mi vieja, ¿ que le hiciste..que pasó?..nada simplemente…pero mirá me interrumpió. El viejo estaba llorando. Vaso de agua, la pastilla, mi madre corría, ¡serví para algo, 12 gotas de rivotril!..¡que pasó?. Mi mamá lo acarició: ¿Qué pasa viejito?. Yo masticaba murciélagos. Es que…es que titubeó el viejo…es que estoy aburrido soltó como un latigazo que me atravesó el alma.
Ya estaban acostados, me metí a la cama, mi madre, que te pasa hijo?. Quiero que el viejo me cuente un cuento..el que no escuché cuando era niño. Le susurré a mi madre…el viejo no se va a morir?…pero noooo, me dijo. Dormite!. Un reflujo de murciélagos revoloteaban angustias.