
No es solo el paquete de leyes. El Ejecutivo acumula problemas frente a la escasez de dólares -un permanente reclamo del FMI- y ante una economía que arroja algunos datos preocupantes. No se estaría frente a un crecimiento como “pedo de buzo”, como prometió el Presidente en abril de este año. En los últimos veintidós meses cerraron casi 20 mil empresas y unos 260 mil trabajadores perdieron su puesto. Son datos de la subsecretaría de Riesgos de Trabajo.
La inflación podría convertirse en una luz amarilla para el futuro inmediato de Milei. La baja permanente del índice que registró el Indec durante el primer año y medio de administración -de aquel escalofriante 211 por ciento que dejó la gestión de Alberto Fernández- siempre fue vista como el principal logro libertario y uno de los motivos que posibilitó su victoria electoral. Sin embargo, en el último medio año la tendencia tendió a la suba. En noviembre se registraron saltos del 2.5%, lo que marcó el mayor incremento de los últimos siete meses. Las voces más optimistas del Gobierno habían especulado con una inflación que arrancara con uno en este mes del año o, incluso, con un cero. Milei venía diciendo que en agosto de 2026 la inflación habrá sido aniquilada. Dicen que dejó de decirlo.
