
De los jugadores no opino, Rojo es aguerrido el tìpico jugador boquense, Enzo Fernández, digamos un estratega. Tapia es el presidente de la Afa, Riquelme de Boca; el resto vicepresidente de River.
Juegan en el estadio Kempes de Córdoba; el piso se ve que es una desgracia, no estaban preparados para este abrupto superclásico, porque el fútbol es lo más parecido a la lógica como a lo ilógico. En el caso de los dirigentes de River, generalmente empresarios millonarios, pero por malas políticas produjeron el descenso y el equipo se fue a la “B”. Riquelme es el presidente de Boca, está en deuda con la hinchada y ha convertido al club en un aguantadero donde se prenden sus hermanos, parientes y un consejo cubierto por amigos y ex jugadores que dan pena.
El presidente de la AfA, comprovinciano Tapia, de dudosa reputación estos años, creador de el club Barracas, tras el cual es ostensible, obvio y hasta grosero de cómo los árbitros inclinan la cancha a su favor. Lo dijo Tévez con razón antes de jugar con ese club a los jugadores de Independiente: vamos a jugar contra 14. O sea contra el árbitro, los linnemans y el VAR.
¿Para que la foto entonces?, porque con varias repeticiones y otros dirigentes anteriores que hicieron lo mismo quieren convencer de que es posible volver de la barbarie a la civilización y que los argentinos podamos ver, como ahora en Cordoba neutral, partidos con ambas hinchadas presentes. Ningún río construye su propio dique; es el sinsentido de que quienes vienen creando la discordia puedan volver al fútbol aquel, cuando los jugadores de tanto jugar no se rompían los ligamentos, se jugaba a la pelota desde el potrero y la gambeta, desde la estructura como decía Borges y luego era todo aventura.
Ahora es resultadismo, el seleccionado fue una fiesta organizada por jugadores argentinos que viven para siempre en el exterior y que no son el reflejo de la pobreza futbolística que se ve aquí cuando vienen desde Europa y se llevan a los mejores jugadores, no importa la edad ni las botineras cuando los millones llueven. Mientras tanta vivimos una polarización morbosa entre dos clubes..River..Boca..Boca River…y aquellos grandes que se volvieron chicos Independiente, Racing, San Lorenzo, Rosario Central, Velez y hasta Huracán de Menotti. El tiempo de los cara sucia ya no existe.
Grondona sabía de fútbol, conocía el manejo de la FiFA, pero fue un autócrata que se quedó para siempre. tapia va por el mismo camino; es un festival de ascensos y descensos, juegan todos los días, se ganan infinidad de copas, pero de fútbol?..ni hablar, obvio está la paradoja, de aqui salió el ultimo campeon del mundo. No es reflejo del estado social de la Argentina cuando todo tiene que ver con todo.
Para que la foto?….es la foto de la decadencia, de la indecencia. Mundo futbolero de barro, con pelotas que son misiles, sponsor poderosos, transmisiones carísimas, pero que toda esa galaxia está muy lejos de la querida y entrañable pelota de trapo, que generó las grandes estrellas en la historia del fútbol argentino. Hoy el fútbol es una polarización entre dos clubes que forman una cabeza enorme con una larga cola de equipos en decadencia….la metáfora perfecta de un cometa, de un país donde sobran los comentaristas apoyados por los “cometaristas”.
jcm.