
El presidente argentino Javier Milei, que llegó a la primer magistratura, por rebeldía de la juventud y hartazgo de la gente de gobiernos corruptos e ineptos y cierta dosis de capacidad de convicción para manejar los números de la economía. Han pasado seis meses, no lo ha acompañado el Congreso y recordemos para identificar su gestión a la película con Clin Eastword: LO BUENO, LO MALO Y LO FEO.
Lo rescatable hasta ahora de la gestión de Milei no es otra cosa que desafiar todos los pronósticos y bajar la inflación del 25 % al 4,2% en tiempo records. Prometió ajuste y lo está cumpliendo a rajatabla, aunque en vez de la motisierra, la licuadora pasó por los jubilados que hacen el esfuerzo mayor. Obvio el mayor desastre en relación de este sector se encargó el Kirchnerismo, destructivo en retirada. Es plausible que el presidente acomode la Argentina ante el mundo, de ahí que del claustro kirchnerista ahora, aparecen aliados como Estados Unidos, Europa, Israel y algunos más, se ha solidarizado con Ucrania, pero tiene en contra a todas las villas miserias de América Latina. Creemos que lo está ordenando matemáticamente al país, como conductor de esta sociedad como contrapartida lo desordena geométricamente cuando no ve, él que dispara de la oposición cuando dice que “no la ven”, no observando el límite geométrico que debe tener la política. Esto es noción diplomática y conveniencia estratégica para el país.
Este presidente no tiene esponja hasta ahora para gobernar, porque personaliza las diferencias y para colmo cae, se derrumba en la guarangada, insultando al periodismo, a presidentes de otros países, denigra a economistas, no tiene problemas para echar amigos del gobierno cuando hay diferencias y se comporta como un secatario. Utiliza “X” para contestar toda crítica y lo dice: vos me criticás, yo te la devuelvo. Tiene enfrentamientos con Brasil, principal relación económica de la Argentina, con Lula, con presidentes como Pietro, Colombia, acaba de meterse donde no debe en el caso del putch Boliviano, trata mal a Putin y a sus aliados, abiertamente enfrentado con Sanchez, presidente de España, obviamente contra Maduro de Venezuela, pareciéndose a los Kirchner que nos aislaron del mundo utilizando el slogan VIVAMOS CON LO NUESTRO, y en este caso porque cuando se enfrenta con presidentes de otros países, no se da cuenta que lo toman como representación de la Argentina. No tiene la más mínima idea sobre el concepto de diplomacia y Mondino sale a apaciguar las tropelías que hace el presidente cuando sale a buscar enemigos. Algunos casos son infantiles como el de Bolivia..¡que tiene que meterse a opinar si fue intento de golpe de estado o autogolpe?…el presidente de ese país ha pedido el retorno de la embajadora y Lula haría lo mismo.
Cree Moises ha sido el presonaje más importante de la historia, lo pone como ejemplo, llora ante el muro de los lamentos, se abraza con el judaísmo, pero se comporta como Idi Amín. Un sectario. Pero lo peor del caso es que no tiene nadie porque no se le atreven, a corregirlo a hacerle entender como decía Eduardo Bustelo, un presidente necesita todos los días a una persona para que lo maltrate durante 2o minutos, para matarle o moderarle el ego. Y como Milei cree que ya es premio Nóbel, y lo remarca, está por encima de todos POR CRISPACIONES NO FORZADAS. Un desbocado que no mide que no es el que representa al pueblo argentino sino que el pueblo argentino está representado por él. Debería chequear esta aspecto que no es un dato menor. Puede ser sanguíneo y tener carácter, aunque genio y figura se lleva hasta la sepultura. El insulto, el desplante y la intolerancia solamente se admite en la fuerza de los animales, porque la violencia es el derecho de las bestias.
Le da lo mismo atacar a Lopez Murphi y a Melconian como a cualquier presidente que destrata tratándolos de comunistas asesinos o al Papa, cuando le dijo que era un enviado del maligno y despues terminó abrazandose con el Papa argentino. Impredecible. El problema no sería tanto que padezca del síndrome de Hubris o amante del poder absoluto sino que padezca la desgracia de creerse epígono o émulo de personajes históricos como Moises, cuya personalidad es exáctamente opuesta al del presidente argentino. Es cierto lo han insultado mucho y lo van a seguir insultando en este caso deberia leer para aprender a lateralizar como lo hacía Wiston Churchil. Hasta ahora no se parece en nada al Moises que cruza el mar rojo liderando a su pueblo sometido sino al temperamental faraón que decide perseguirlo.
la moto sierra debería guardarla y esperar que le vaya bien, ojalá porque si no resulta una buena gestión, los mismos que lo votaron la van a poner en marcha contra él. La ofuscación es la mayor manifestación de la ira y la ira es un gigante del alma. Lo aprenderá por la tolerancia de la gente hasta ahora o por la intolerancia de la gente cuando la luna de haya terminado como un divorcio contencioso.
JCM
